Sin participación no hay integración

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10 mayo, 2016

La información es fundamental, es algo que nos hace sentirnos más unidos a un proyecto común, pero la información a posteriori no nos tiene que valer si no es participativa. Yo creo que las opiniones de todo el que crea o tenga algo que decir, hay que escucharlas y por supuesto valorarlas, en este sentido deberíamos ser partidarios no de restringirlas, si no de fomentarlas. Si algo une a las personas es sentirse útiles, sentir que sus opiniones son escuchadas y valoradas, por supuesto no necesariamente tienen que ser aprobadas en su totalidad, pero a veces pueden dar luz algunas decisiones interesantes. Esta filosofía es también válida especialmente para las personas que componen los distintos órganos de gobierno. Este formato como decía anteriormente une el sentido de pertenencia en las organizaciones, no sentimos más integrados, más unidos a este gran proyecto que es nuestra fundación. Si nos retrotraemos a las historia de nuestras organizaciones, y algunos llevamos más de cuatro décadas, hemos visto de la nada crecer, yo diría que espectacularmente, y esto no se consigue si no es con la participación de un gran número de personas que conscientes de la necesidad de crear centros idóneos, capaces de dar un servicio, en aquellos tiempos INEXISTENTE, en el mundo de la discapacidad intelectual. Fueron capaces de trabajar, no individualmente, sino colectivamente en el proyecto común y de ese esfuerzo no exento de grandes dificultades, surgió el germen de lo que hoy somos. A mí me gustaría que las nuevas generaciones de familias con este problema fueran conscientes de la importancia de nuestras organizaciones y evidentemente de dónde venimos aportarán nuevas ideas, más acordes con la actualidad. No podemos evitar que las circunstancias cambian y el mundo evoluciona y nosotros si no avanzamos acorde con las necesidades de nuestros familiares, retrocedemos y para esa tarea hace falta la implicación de todo el que tenga algo que decir y créanme todos y cada uno de a su manera puede aportar algo útil a nuestras organizaciones. Yo animo a perder el miedo a expresar las ideas libremente, por el contrario una organización cerrada, en la que no se pueda o se dificulte la participación corre el peligro de anquilosarse y por supuesto aunque el discurso sea muy convincente y puede a veces ser brillante es a mi entender, el cambio más corto para una decadencia. Por últimos y aprovechando la nueva definición de nuestra federación, no podemos pedir una plena inclusión a la sociedad, si no empezamos por nosotros mismos. Hilario Miguelsanz Expresidente de APADEFIM

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